Antes de iniciar el trabajo con Beatriz me encontraba perdida, agotada, por mucho que trabajara y me esforzaba no conseguía ser feliz. Me sentía vacía. Mi malestar me llevaba a discutir continuamente con mi pareja. Llevaba unos meses acudiendo al fisioterapeuta (cada 15 días o 3 semanas) por dolor en cervicales y estrés acumulado. Era el pescado que se comía la cola, estaba viviendo en un círculo vicioso que yo misma me había creado.
Para mí ahora son básicos el equilibrio y la coherencia en mi vida, anteriormente no veía las distintas áreas de mi vida como un sistema sino por separado, ahora entiendo que somos un sistema de sistemas. He conocido la palabra holón, y me encanta. Ahora todo es más fácil, vivir de manera íntegra, me ha ayudado a valorar y agradecer todo lo que tengo y hago. He puesto en marcha dos hábitos (el storyboard y el escribir tres agradecimientos al final de cada día) que me ayudan a vivir con foco. Me ha cambiado la forma de pensar y ver que el cambio están dentro de mí.
Veo las cosas desde otro prisma. Sé que los sueños se cumplen. Poder es querer. De cara al futuro me gustaría emprender otro negocio, tal vez digital aunque aún no sé muy bien el qué, lo que si sé, es que quiero que sea desde mi SER.