A menudo nos encantan las cajas de herramientas. En mi caso no lo puedo negar 😉
Creemos que si somos capaces de tener todas las herramientas disponibles en la caja podremos realizar lo que necesitemos.
Así que cuando pensamos en productividad personal en seguida nos lanzamos a buscar que herramientas nos recomiendan, que sistema podemos poner en marcha…
Y creo que así la cosas no suelen funcionar. Salvo excepciones, claro está, de personas que tienen una mente ya preparada.
¿Crees que si tienes todas las herramientas de electricista o fontanero podrás ponerte manos a la obra?
Seguramente digas que no. Que necesitas unos conocimientos previos y experiencia. Lo mismo ocurre con la productividad personal.
Si quieres añadir a tu vida productividad tienes que preparar primero tu mente
Para que los hábitos que necesites adquirir y la estructura mental que necesitas haga posible que la productividad entre en tu vida.
Prepara tu mente para la productividad personal
La combinación productividad personal y coaching son una bomba explosiva 🙂
Cuando pienso en preparar tu mente para la productividad personal hablo de tener bien preparada la tierra donde vas a sembrar la semilla de la productividad.
Para preparar esa tierra el Coaching y la PNL son una buena solución.
Como sabrás, para que una semilla de sus frutos tienes que abonar, regar y cuidar la tierra para que la semilla enraíce bien, crezca fuerte y sana 🙂
Si has decidido conducir tu vida por el camino de la productividad personal con fuerza de voluntad, tienes que saber que esta fuerza se agota y te deja exhausto.
Tus creencias y valores
Cuando trabajo la productividad personal con los clientes me gusta empezar las creencias.
Qué es lo que piensan acerca de:
- El tiempo
- Su capacidad de planificación
- El orden
- La disciplina
Tenemos creencias limitantes y creencias que nos potencian.
No es lo mismo creer que no te da tiempo, que el tiempo pasa muy deprisa o que tienes tiempo para hacer la acción que te hayas planteado.
Tu comportamiento es muy diferente en función de las creencias que tienes en tu estructura mental.
En este mismo nivel también es importante que conozcas que valores son los que tiran de ti cuando hablamos de productividad personal.
Tener bien claro el para qué de la productividad personal en tu vida te da dirección enfocada. Es como saber que combustible usa tu coche para funcionar.
Tus creencias acerca del orden, la planificación y la disciplina también me parecen importantes.
Ya que si, por ejemplo, crees que el orden y la planificación hacen tu vida menos dinámica, flexible o que la disciplina es un rollo, te costará que mantengas el sistema de productividad en marcha.
Atención, cuando hablo de disciplina, me refiero a fluidez disciplinada – aquí te lo cuento
Abrir estas formas de pensar y ampliarlas te facilita el mantenimiento posterior del sistema de productividad personal que hayas implantado.
La energía
Este es otro tema que me gusta trabajar con los clientes.
El tiempo físico es el que es. Así que no gestionamos tiempo, sino la energía que ponemos en cada momento para hacer las acciones y la prioridad de esas acciones.
Seguro que alguna vez has notado que consumes mucha energía para llevar a cabo una acción y sin embargo otras te recargan de energía.
Otras veces no paras de hacer tareas. Sin embargo, cuando te paras te das cuenta de que no has avanzado, sino que te has movido en círculo.
Encontrar el equilibrio de energías en tu día a día es una fase importante para tomar conciencia de lo que es importante y prioritario en cada momento para ti.
Tu estado emocional y físico
En este artículo ya escribí sobre la relación que existe entre emoción y productividad personal.
No siempre podemos hacer la tarea que nos hemos propuesto sin más. El estado emocional y físico influye directamente en el rendimiento y el resultado de la acción.
Tienes que ser capaz de evaluar tu estado y decidir:
- Cambiar tu estado a otro más adecuado para realizar la tarea
- Cambiar la tarea si tienes posibilidad de elegir tarea.
A veces tienes una reunión que no puedes posponer o tienes que tomar una decisión en ese mismo momento. Si tienes habilidad, puedes cambiar tu estado y modificarlo a otro más ecológico y adecuado al momento.
Tomar conciencia de tu estado emocional y físico te permite:
- realizar una selección correcta de las próximas tareas a realizar
- evaluar mejor el nivel de importancia de cada una de ellas
- ejecutar las tareas con eficiencia y eficacia
Prácticas
Para poner en práctica lo comentado en el punto anterior te recomendaría:
- Tomarte un tiempo que puedas estar tranquilo y pensar en tus creencias acerca del tiempo, planificación, orden, disciplina…
- Rellenar el cuadro de energías que te deje en el post sobre equilibrio de energías
- Tomar conciencia de cuál es tu estado emocional en cada momento y cómo influye en la tarea que estas realizando, o si por el contrario, hay tareas que vas retrasando porque te consumen excesiva energía.
Añade la productividad personal a tu vida
Cuando el terreno ya está preparado creo que es momento de ponerse manos a la obra.
Los pasos para añadir a tu vida productividad personal serían:
- Desarrollar la inteligencia emocional intrapersonal (autoconocimiento, autogestión y automotivación)
- Implantar el sistema de control de la productividad – El método GTD es un sistema que recomiendo
- Desarrollar la perspectiva, objetivos y metas, para que las acciones estén enfocadas en la construcción de tu camino
- Revisar el sistema de control y la perspectiva para introducir mejoras
- Volver a empezar por el punto 1
Estos son los pasos que he seguido personalmente. Y hasta ahora estoy satisfecha. Aunque en estos momentos me encuentro el punto 4. Se han añadido a mi vida nuevos retos que tengo que ser capaz de absorber sin quedarme exhausta y agotada.
Sugerencia –> No te pierdas este blog sobre productividad personal 😉
¿Cuál es tu experiencia con la productividad personal? Cuéntanos en comentarios y así compartimos experiencia 🙂
Photo credit: Zixii / Foter / CC BY-NC-SA
Autora: Beatriz Blasco
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