Las 8 trampas mentales que te impiden ser productivo

Las 8 trampas mentales sobre el tiempo que te impiden ser productivo

¿Te has planteado alguna vez que, para ser más productivo, necesitas cambiar tu mentalidad?

La mentalidad productiva no nos viene “de serie”. Tenemos que trabajarla y desarrollarla.

Uno de los pasos esenciales para ello es hacernos conscientes de las trampas mentales sobre el tiempo que tenemos interiorizadas.

[Tweet «Descubre en este artículo las 8 trampas mentales sobre el tiempo»]

¿Te identificas con alguna de ellas?

Atento, porque vamos a cuestionarlas juntos:

1 – Todos tenemos problemas con el tiempo

Tu manera de organizarte y de relacionarte con el tiempo es aprendida. Tú no naciste pensando que no eres capaz de gestionar tu tiempo.

Sin embargo, ahora te dices que eres un desorganizado, un caos, un desastre, que no llegas a todo… ¿verdad?

Esta manera de pensar no te ayuda. Es más bien una excusa en la que te cobijas. Cada vez que te dices eso a ti mismo, pierdes el poder.

Pero tengo una buena noticia: como es una mentalidad aprendida, puedes cambiarla. Puedes decidir pensar diferente:

[Tweet «No es que no llegues a todo. Es, simplemente, que no sabes decidir qué hacer y qué dejar de hacer.»]

Lo que no haces determina lo que haces. (Tim Ferris)

2 – Las tareas que tienes que hacer te parecen un final

Mentalmente solemos aislar las acciones como si no estuvieran conectadas, pero esto es solo una ilusión mental que, además, provoca que a veces dejemos de hacer determinadas cosas.

Si consideras una acción como algo aburrido y aislado, tienes tendencia a evitarlo a toda costa.

En estos casos, te ayuda pensar que toda acción está conectada con otras antes y después, y que éstas constituyen un Todo que tiene sentido y un efecto, aunque ahora mismo no lo veas.

3 – Es mejor esperar al último momento a tomar acción porque así tienes más energía

Cuando esperas al último momento lo que ocurre es que ya no buscas dar lo mejor de ti ni disfrutar de la tarea.

Lo que buscas es quitártela de encima, acabar cuanto antes para cumplir con una fecha de entrega.

De este modo tu trabajo siempre es mediocre y nunca refleja tu verdadero potencial ni te permite sentirte realizado a través de él.

4 – Planificar es perder flexibilidad y espontaneidad

Al contrario de lo que pueda parecerte, planificar no es determinar de antemano qué acciones vas a realizar en cada momento.

Planificar es más bien crear el storyboard de tu día, tu semana o tu mes. Es proyectar el plan para lo que quieres vivir.

Así que planificar ni es aburrido ni anula la creatividad. ¿Qué puede ser más creativo que crear tu vida, proyectándola como si de una película se tratara?

Para planificar debes ser consciente de qué contextos va a presentarte tu día a día, para que tu neurología esté preparada para ello.

Planificar es ser consciente de los espacios de tiempo que tienes, para evitar decepciones por unas elevadas expectativas acerca de lo que serás capaz de abarcar.

5 – Te falta motivación para pasar a la acción

Pensar esto sobre ti es una gran trampa. En realidad siempre tienes motivos para hacer lo que haces, aunque tal vez estos sean inconscientes y te estén llevando hacia lugares distintos a los que racionalmente deseas dirigirte.

Si crees que te falta motivación, observa hacia dónde estás yendo. Observa qué motivos te empujan hacia otra dirección y descubre cuáles son los motivos más poderosos en ti que te orientan hacia donde quieres ir.

Realizar la acción te da energía para seguir avanzando en la dirección que quieres.

El resultado que obtienes tras la acción tiene que tener un balance positivo de energía. Para ello, la energía que consigues al realizar una acción conectada con tu motivo (energía de motivación) más la energía que te produce la propia acción, debe ser mayor que la energía que necesitas para ponerla en marcha (energía de activación):

Resultado = EMotivación – Eactivación

Cuando inviertes más energía de la que obtienes, este balance resulta negativo.

La energía de activación es la fuerza de voluntad, y es limitada en el tiempo (no limitada en ti). Esto quiere decir que necesita recargarse.

6 – Para elegir las acciones a realizar, utilizo el criterio “me gusta/no me gusta”

Siento decírtelo así de tajante, pero este criterio es nefasto. No te ayuda a avanzar en tus proyectos.

Es posible que haya cosas que te gusten menos, pero que igualmente son importantes y necesarias.

Los criterios para elegir la siguiente actividad deberían ser:

  • Cantidad de energía que tienes
  • Nivel de concentración y atención
  • Contexto (¿tienes todo lo necesario para realizar la acción?)
  • Tiempo disponible
  • Contribución a tus propósitos mayores o a tus metas a medio plazo

7 – Llevar tu atención  fuera del momento presente

Si tu mente acostumbra a deambular inconscientemente por el pasado, lo más probable es que estés recuperando creencias limitantes que no te ayudan en el momento presente y que, además, contribuyen a que proyectes un futuro basado únicamente en tus experiencias pasadas.

Del mismo modo, si tu mente navega en el futuro, pensando en lo que debería ser y en cómo debería ser, de nuevo ha salido del momento presente, que es el único que tienes y es en el que realmente puedes tomar acción.

Esto no quiere decir que no puedas ir al pasado o al futuro. Quiere decir que observes tu mente para que no sea ella la que te lleva ahí sin que seas consciente de ello.

Cuando tu mente tiene la atención en el momento presente puedes experimentar la idea zen de la mente como agua.

8 – Puedo gestionar el tiempo como si de un kilo de arroz se tratase

Todos usamos en nuestro lenguaje frases como: “ganar tiempo, perdí el tiempo, no tengo tiempo, no me da tiempo…”, como si el tiempo fuese algo físico que pudiésemos tocar, partir, trocear o multiplicar.

El tiempo no es más que una forma en la que organizamos nuestras experiencias. De hecho hay distintas maneras de vivir e interpretar el tiempo.
En nuestra cultura el tiempo es lineal, pero hay  culturas que viven el tiempo como algo cíclico e incluso culturas en las que el tiempo ni siquiera es tenido en cuenta.

Lo que sí puedes gestionar son tus decisiones, tu energía y tu atención. Atención y energía van de la mano.

Donde va tu atención, va tu pensamiento y energía.

 

¿Has caído o caes a menudo en alguna de estas trampas mentales?

Si quieres, puedo ayudarte a desarrollar tu mentalidad productiva

Creo tanto en el poder de la mentalidad productiva que he diseñado todo un programa para ayudarte a desarrollarla.

  • ¿Sientes que ha llegado el momento de concederte la oportunidad de reenfocar tu camino?
  • ¿No quieres posponer más la deseada claridad hacia tus metas y hacia tu propósito vital?
  • ¿Estás decidido a pasar a la acción e ir a por todas hacia lo que te hace vibrar?

Si tu intuición te dice que es el momento de dejar de posponer la consecución de tus sueños, tal vez te guste saber que en unas semanas abriré las puertas de mi programa Desarrolla tu Mentalidad Productiva.

Me encantará acompañarte y guiarte en el proceso de desarrollar tu mentalidad productiva para que, al fin, sientas que estás creando la vida que deseas y que te mereces. Porque, déjame decirte algo que quizá se te ha olvidado: mereces conseguir lo que deseas.

¿Es justo lo que necesitas en este momento de tu vida? Apúntate a la lista de espera de PRODUCTIVIDAD CONSCIENTE haciendo clic aquí.

Un abrazo,

Beatriz

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Beatriz Blasco

Beatriz Blasco

Mentora de negocios conscientes y con alma. Creadora del método Productividad Consciente. Ayudo a emprendedores y profesionales a elevar su productividad y su negocio para que generen riqueza, vivan una vida con impacto y alineada con su esencia. Todo ello a través del cambio de mentalidad y la aplicación de estrategias prácticas.

2 comentarios

  1. Hola Beatriz.

    Ciertamente que ser productivos es difícil, pues hay montones de cosas que nos interrumpen desde una notificación de las redes sociales, una llamada de teléfono, un e-mail que estás esperando, y por supuesto, todo aquello que no te gusta y vas dejando para el final.

    Coincido contigo, en que cuando tú tienes que entregar un trabajo a un cliente o dar a conocer tu blog por ejemplo, no puedes permitirte el lujo de dejar esa actividad para el final, pues al final acabarás entregando un churro, con lo cual tu profesionalidad se verá mermada considerablemente.

    Buena idea la de desarrollar un curso para aprender a focalizar nuestra atención y centrarnos en lo importante, pues muchas veces intentas hacer un montón de cosas y no eres consciente de que te has pasado planificando actvidades.

    Buen post.

    Un afectuoso saludo

    1. Hola Adela,
      lo primero de todo muchas gracias por pasarte por el blog y comentar 🙂
      Solemos tener patrones parecidos en cuanto a la organización y la planificación de nuestras actividades. No nos han enseñado a hacerlo de forma óptima. Para mí compartir mis aprendizajes en este programa es muy satisfactorio.
      Las claves conocernos, tener hábitos y un sistema de productividad.
      Un abrazo,
      Beatriz

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